Pagos sin bienestar
PAGOS SIN BIENESTAR.
Adultos mayores que son beneficiarios de apoyos del Gobierno Federal, tienen que sufrir un verdadero calvario para recibir lo que por ley les corresponde. Malos tratos y malos modos son el común denominador de la entrega de apoyos que, irónicamente son para su bienestar.
Amontonados en medio de la pandemia y la oleada de contagios por Omicron, parados por varias horas y en medio de regaños y humillaciones, los adultos mayores “mendigan” lo que, según el presidente de la república es un apoyo que por Ley les deben de entregar.
Con una pequeña bocina, los “servidores de la nación” cantan los nombres de los beneficiarios que, en muchos casos padecen sordera o están disminuidos de su capacidad auditiva, es decir, no escuchan, con regaños les piden alejarse de la mesa de pago, formar fila o seguir instrucciones que no oyen o comprenden, o que se tardan en obedecer pues padecen, además, de serios problemas físicos que les impiden caminar.
Además, los “Servidores de la nación” no consideran que muchos de los adultos mayores son maya hablantes y que no entienden gran parte de los que se les dice en español; Si bien es cierto que a algunos de los beneficiarios los acompañan parientes o conocidos, estos igual pasan dificultades para explicarle a los beneficiario muchas de las instrucciones que les dan pues sólo se utiliza un micrófono y otros encargados del pago hablan a viva voz y no se escucha.
Hasta hoy, los “Bancos del Bienestar” en donde supuestamente se podría cobrar los apoyos, no entran en funciones, pareciera ser que no serán más que elefantes blancos; al menos en Seyé no se sabe cuándo comenzará a funcionar.
Definitivamente falta mayor humanidad por parte de quienes tienen a su cargo atender a los “viejitos” como cariñosamente se les llama y entender que no están ahí por diversión o persiguiendo un “regalo” ya que si se les entrega apoyos es porque toda su vida contribuyeron a construir lo que hoy gozan quienes tienen la oportunidad de estar en el poder.
